Los navegadores web son nuestra puerta de entrada al mundo digital. Pasamos horas en ellos cada día, lo que los convierte no solo en una herramienta vital para todas las personas, sino también en un blanco de ataque atractivo para los cibercriminales. Con los años los navegadores se han convertido en un repositorio de credenciales, cookies, historial de búsquedas y otra información jugosa que atrajo aún más a los actores maliciosos. Incluso pueden ser utilizados en ataques para controlar tu computadora de forma remota y acceder a la red a la que estás conectada.
Pero las amenazas informáticas van más allá de terceros malintencionados. A muchos usuarios tampoco les cae muy bien la idea de que anunciantes y otras personas accedan y rastreen su información personal a través del navegador. Afortunadamente, hay mucho que puede hacerse para manejar estos riesgos.
Existen muchos tipos de amenazas informáticas circulando en el mundo digital: algunas apuntan a los navegadores más directamente que otras. Aquí hay algunas de las principales:
Explotación de vulnerabilidades en los navegadores o cualquier plugin/extensiones que hayas instalado. Esta táctica podría utilizarse para robar datos sensibles o descargar malware adicional. Los ataques a menudo comienzan con un correo electrónico/mensaje de phishing, o visitando un sitio que ha sido comprometido o está controlado por el atacante y que se utilice para descargar malware en el equipo del visitante.
Complementos y plugins maliciosos: Existen miles de plugins a disposición que los usuarios pueden descargar con el objetivo de mejorar la experiencia de navegación. Sin embargo, muchos tienen permisos de acceso con privilegios al navegador. Esto hace que los atacantes distribuyan plugins maliciosos simulando ser legítimos con la intención de robar datos, descargar malware adicional en el equipo y la posibilidad de realizar muchas otras cosas más.
Envenenamiento de DNS: El DNS, o sistema de nombres de dominio, es la libreta de direcciones de Internet, convirtiendo los nombres de dominio que escribimos en direcciones IP para que nuestros navegadores muestren los sitios que queremos visitar. Sin embargo, los ataques a las entradas de DNS almacenadas por tu computadora, o en los propios servidores DNS, podrían permitir a los atacantes redirigir los navegadores a dominios maliciosos como sitios de phishing.
Secuestro de sesión: Los ID de sesión son emitidos por sitios web y servidores de aplicaciones cuando los usuarios inician sesión. Pero si los atacantes logran realizar fuerza bruta sobre estos identificadores o interceptarlos (si no están cifrados), entonces podrían iniciar sesión en los mismos sitios/aplicaciones haciéndose pasar por el usuario. A partir de ahí, hay un corto salto a robar datos sensibles y, potencialmente, detalles financieros.
Ataques de Man in the Middle en el navegador: Si los atacantes logran insertarse entre tu navegador y los sitios web que estás viendo, podrían ser capaces de modificar el tráfico, por ejemplo, redirigiéndote a una página de phishing, desplegando ransomware o robando credenciales de inicios de sesión. Esto sucede especialmente cuando se utilizan redes Wi-Fi públicas.
Explotación de aplicaciones web: Si bien ataques como el cross-site scripting aprovechan vulnerabilidades en sitios web y esto permite ejecutar scripts maliciosos en el navegador de una persona, estos ataques utilizan el navegador para entregar o ejecutar el malware.
Todos estos escenarios involucran a terceras partes con intenciones maliciosas. Pero no olvidemos las grandes cantidades de datos que los proveedores de Internet, sitios web y anunciantes recopilan diariamente de quienes navegan por la web.
Las cookies son pequeños fragmentos de código generados por los servidores web y almacenados por tu navegador durante cierto tiempo. Por un lado, guardan información que puede ayudar a hacer la experiencia de navegación más personalizada, por ejemplo, mostrar anuncios relevantes o asegurarse de que no tengas que iniciar sesión varias veces en el mismo sitio. Pero, por otro lado, representan una preocupación de privacidad y un riesgo potencial de seguridad, ya que actores maliciosos pueden utilizarlas para acceder a las sesiones de usuario.
En la UE y algunos estados de Estados Unidos, el uso de cookies está regulado. Sin embargo, cuando se les presentan con una ventana emergente de opciones, muchos usuarios simplemente hacen clic y aceptan la configuración de cookies predeterminada.
Hay muchas cosas que los usuarios pueden hacer para mitigar los riesgos de seguridad y privacidad al navegar por la web. Algunas medidas involucran directamente al navegador; otras son buenas prácticas que pueden tener un impacto positivo inmediato. Aquí hay algunas de las mejores prácticas:
Muchos de los consejos anteriores son opcionales y dependerán de cuán fuertes sean tus preocupaciones de privacidad. Algunos usuarios están preparados para aceptar una cierta cantidad de seguimiento a cambio de una experiencia de navegación más fluida. No obstante, los consejos de seguridad (como HTTPS, actualizaciones automáticas, software de seguridad) son esenciales para reducir tu exposición a las ciberamenazas. ¡Feliz navegación!