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Las estafas mediante técnicas de ingeniería social no han dejado de crecer y según ha informado la empresa BioCatch, solo en 2021 aumentaron un 57%. Para evitarlas, es importante conocer y saber identificar las técnicas que utilizan estos ciberdelincuentes. Desde la pandemia, los canales digitales para las operaciones bancarias han aumentado y el creciente uso de los pagos por Internet es el escenario perfecto para los delincuentes y según BioCatch, estas son algunas de las más utilizadas:
Con esta técnica engañan a sus víctimas a través de mensajes de texto cuya procedencia parece que es de una organización legítima, aunque la realidad es que esconde un enlace malicioso que, una vez que el usuario entra, le está proporcionando todo tipo de información.
Según un informe de BioCatch, el smishing ha aumentado en todo el mundo y solamente las quejas sobre spam por SMS aumentaron hasta más del 140% el año pasado. Además, este tipo de fraude es uno de los que más preocupa a los usuarios.
Gracias a esta técnica, son las propias víctimas las que ofrecen sus datos personales verbalmente por teléfono. Para ello, hacen creer al interlocutor que se trata de una llamada de su banco o de otra entidad legítima y le pide los datos personales.
Se trata de un método muy difícil de detectar. Uno de los más frecuentes es el fraude de pagos automáticos autorizados y además es importante tener en cuenta que el 35% de las estafas de suplantación de voz implican pagos de más de 900 euros.
Las estrategias de los estafadores financieros han avanzado mucho hasta el punto de que este tipo de estafas híbridas de varios niveles van mucho más allá de la simple instrucción de un objetivo mediante la realización de una transacción
Un ejemplo de esto es empezar la estafa como una de voz, pero cambiar de táctica y coaccionar a la víctima para que se descargue una aplicación en su teléfono, aunque la realidad es que se trata de un software que permite al ciberdelincuente obtener un acceso remoto a su dispositivo.
Además de identificar algunos de los ciberataques más recurrentes, desde BioCatch también han analizado los usuarios más vulnerables a sufrir este tipo de ataques y que principalmente depende de cuatro variables: salud, acontecimientos vitales, resistencia y capacidad.
El principal objetivo de las estafas financieras son las personas mayores, ya que son un grupo demográfico vulnerable. Además de esto, son menos propensos a denunciar este tipo de prácticas y no están tan familiarizados con las nuevas tecnologías.
Debido a las redes sociales, los delincuentes han estrechado su relación con los jóvenes porque es un sector de la población que va buscando el dinero fácil y que, en muchas ocasiones, son reclutados por los estafadores para los planes de banqueo.
Concretamente, han aumentado en un 78% los titulares de cuentas de menos de 21 años que presentan indicios de actividad de mula de dinero. Para todos estos casos, los organismos reguladores están trabajando en ello y han aumentado la presión para garantizar la mayor seguridad para el usuario.
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